Así que allí nos fuimos, cargados con mantas, tarteras, fresas con nata...eso tambien lo decidí yo y SI en el campo se pueden comer fresas con nata estupendamente.
Hicimos una paradita y nos bajamos a dar un pequeño paseo sobre todo para disimular nuestra verdadera intención que era comer en el campo, nos parecia feo llegar y sacar tarteras, pero vamos el paseo fue corto, el adolescente no quería mas, yo no podía con la pierna y todos estabamos deseando aposentar las posaderas; así que cogimos los coches y nos fuimos donde esperaban todos nuestros amigos los domingueros (no conociamos a nadie pero todos ibamos a lo mismo) y alli mismo montamos campamento, comimos y reposamos tooooodooooo el rato ( el esfuerzo anterior había sido supremo) reposamos sobre todo la pequeña y yo, ella porque estaba muy cansada de no hacer la empanada y yo por la pierna.
Pero de este día relajado, familiar y divertido a pesar de todo , quiero resaltar una anécdota que vino de parte de pequeño sobrino (otro día hablaré de él) un pequeño dictador de 4 años que tiene unas conclusiones fantasticas a veces. Encontró un diente de león, esa planta que hace como molinillos que soplas y decidimos que soplabamos todos juntos despues de pedir un deseo (en mi familia nos gusta mucho hacer el tonto), y allí estabamos soplando 4 adultos y dos enanos (algunos se habían ido ya) despues de pedir un deseo.
Cuando nos ibamos mi pequeño gran hombre nos dijo "¿Sabeis que deseo he pedido?" "QUE MAÑANA SEA OTRA VEZ HOY"
Creo que es el deseo mas entrañable, sincero y altruista que he oido de la boca de un niño de 4 años.
Te quiero enano.
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