Pues aquí estamos pasando el primer día, el de la llegada de visita en casa de los tíos con la previa sorpresa, pero nos quedaba aún mucho por hacer así que después de esto cogimos de nuevo nuestros coches y nos fuimos a ocupar la supercasa que habíamos alquilado...os podréis imaginar que grande tenia que ser para que tuviese sitio para 13 personas y un bebé, pero la realidad superaba con creces a las fotos, era muuuucho más bonita, enorme, con un montón de espacio y en medio de un bosque y lo digo yo que el campo me produce sarpullido así que podéis imaginar que era preciosa. Tomamos posesión del territorio como buenos comanches y con ayuda de la prima que hablaba con el amable señor porque a veces el francés se nos quedaba escaso y había que tirar de flamenco y no del de bailar sino del hablado.
Esa misma tarde fueron pasando por allí varios miembros de la familia a los que aún no habíamos visto, mas emociones, besos, abrazos, noticias...etc. Y mientras tanto mi churumbelmayor y queridocuñado se fueron a hacer la compra...como lo diría.....ERRRORRRR, SUPERERRROOORRR, nunca debería haber pasado eso, se les olvidó que en una semana volvíamos a España, no se si fué la ilusión de la casa, de quedarse a vivir en el campo, de lo bien que nos recibieron que hicieron compra para alimentar a ¡30 personas durante 15 días! no nos cabían los alimentos en ese pedazo de frigorífico que tenía la casa y además....viajábamos casí todos los días a conocer alguna ciudad y cenábamos en casa de algún familiar, vamos..¡un pan como unas tortas!.
Los días siguientes fuimos a conocer Amsterdam, Maastricht,Gante, hubo mini grupos que fueron a conocer Brujas porque no lo conocían, otros a Amberes, en fin geografía Belga. El mayor problema era que tenemos horario español y eramos una tropa, nunca conseguíamos salir pronto de casa por lo tanto no llegábamos pronto a las ciudades, con lo cual mientras nos poníamos de acuerdo hacia donde tirar, donde comer y tal pues tampoco llegábamos a tiempo a cenar con el primo que ese dia nos huibiese invitado en su casa donde además de él nos esperaba buena parte de la familia; me parece que más de un día les hemos obligado a cenar a unas horas tardías para ellos, una noche incluso cenaron sin esperarnos...muertitos de hambre les tenían los españoles ¡pobres!.
En el próximo post os cuento la fiesta y alguna anécdota divertida de alguna ciudad...ya os dije que este viaje daba para mucho.
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